Tiene San José fiesta tradicional
ROSALBA GUZMÁN AYALA
NOTA PUBLICADA: 3/18/2009
Ubicado entre los límites de Michoacán y Guanajuato, la población de San José de La Paz, Jalisco cada año organiza una de las fiestas más esperadas por los habitantes de sus alrededores, y cómo no, si se trata de una verdadera caravana de eventos que gustan a turistas, y que basta disfrutarlos una vez, para el año siguiente regresar, solo o en compañía de sus familias y amigos.
El tener comunicación casi directa con estados como Guanajuato y Michoacán le permite que del 11 al 19 de marzo, lleguen visitantes de lugares de esas entidades y que se van satisfechos por la manera en que se festeja al señor San José en esta población jalisciense.
Desde su arribo por la carretera a este lugar, llama la atención el crecimiento de la mancha urbana, sin embargo hay un deleite extra, sus construcciones estilo Estados Unidos, son prácticamente residencias, que hacen exclamar a quien va en su auto y observa detenidamente…¿cómo, aquí estas casotas?, pero sí, no es el país del norte, estamos en México, en un pueblo llamado San José de La Paz.
Y es que en este lugar son muchos los paisanos que trabajan duro allá en los Estados Unidos y hacen lo posible, para cuando regresen tener una mejor condición de vida. Mientras que los que se quedan acá, también son gente de lucha intensa en el campo y que esos días de fiesta no se detiene.
Aquí nadie se pierde un evento y para quien lo hace, pues al otro día se lamenta, y es que se llevan a cabo eventos sociales, jaripeos, charreadas, peregrinaciones de los barrios de esa población y obviamente constantes misas en honor al santo patrono San José.
La banda de viento toca y toca en la Plaza Principal, casi desde al mediodía se instala frente al quiosco de esa población y de inspiración tienen precisamente el panorama de las montañas que cobijan ese lugar y en el que destaca la imagen de la parroquia de San José de La Paz. La música se prolonga toda la noche, y en ocasiones hasta el otro día, ahí la gente no se cansa y sabe disfrutar de sus fiestas con sabor a pueblo.
La devocion de su gente
El 15 de agosto de 1974 la vicaria de San José de La Paz recibió el nombre parroquia por parte del Obispo Francisco Javier Nuño mandatario de la Diócesis de San Juan de los Lagos.
Pero fue en 1953 cuando el presbítero Arnulfo Alatorre comenzó la edificación de este templo religioso, donde hoy miles de fieles asisten a festejar a su patrono en esa población de Jalisco, donde desde lo alto de los cerros destaca el estilo neoclásico de esta estampa.
Hoy en día, la parroquia está debidamente remodelada y aunque anteriormente daban un gran deleite a sus paredes de cantera blanca, guarda ese sentir de una casa religiosa, donde el silencio inyecta armonía a sus visitantes para hacer más fuerte su devoción al señor San José.
Durante los días de fiesta, son miles los religiosos que visitan esta parroquia, a pedirle por un año más de vida, por mejores condiciones de vida para quienes están fuera de su tierra. Se ven llegar grupos de personas a este lugar, pero también hay quienes lo hacen de manera solitaria, eso para orar por sus seres queridos.
Sin embargo, eso es sólo parte de la devoción de los habitantes de San José de La Paz, ya que a diario hay misas acompañadas por una gran cantidad de personas que se organizan desde sus barrios con una peregrinación, en la que se encargan de exclamar su amor por su tierra, su cariño hacia sus semejantes y el destino: es el atrio de la parroquia de San José, donde algunos de sus eventos, son al aire libre.
Una de las peregrinaciones más agradables es sin duda la del 16 de marzo, justo el día que toca a los de a caballo de la Asociación de Charros El Catrín, que acompañados por una banda de música, se dirigen desde la entrada del pueblo a la parroquia, para darle gracias por otro año de triunfos. Es un evento lleno de colorido, y con gran armonía que disfrutan a las 12 del día sus habitantes.
Y así como estos programas hay muchos por la tarde o noche, pero la fiesta debe continuar y nadie se cansa de caminar las calles ancladas que tiene ese pueblo de Jalisco y que permiten un mayor deleite para sus turistas.
Comercio
Pero en las fiestas también hay quienes deben trabajar y esos son los comerciantes, son pocos los del pueblo, ya que el pretexto justo es, “no vamos a disfrutar los eventos”, por lo que en su mayoría son comerciantes que llegan de otras partes. León, Degollado, La Piedad e Irapuato, son los que llevan sus productos para ofrecerlos a los habitantes del lugar o bien a los que lo visitan.
Cada año son pocos los puestos que se colocan afuera de la parroquia, y de los más interesantes uno de productos de fantasía (pulseras, aretes y toda esa clase prendas) para hacer aún más visible la belleza de la mujer de la región jalisco.
Quienes se encargan de esos espacios, asegura que San José es una buena fuente de recursos cada año y por ello regresan a realizar sus ventas, hay desde una bolsa de jícama, hasta una orden de exquisitos tacos, pero ahí nadie se queda con hambre.
Por ello, la fiesta de San José de La Paz no es única, pero sí una de las más completas que se organizan y que cada año ofrece gran variedad de eventos para quienes gustan de los momentos importantes con la familia.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=315399
NOTA PUBLICADA: 3/18/2009
Ubicado entre los límites de Michoacán y Guanajuato, la población de San José de La Paz, Jalisco cada año organiza una de las fiestas más esperadas por los habitantes de sus alrededores, y cómo no, si se trata de una verdadera caravana de eventos que gustan a turistas, y que basta disfrutarlos una vez, para el año siguiente regresar, solo o en compañía de sus familias y amigos.
El tener comunicación casi directa con estados como Guanajuato y Michoacán le permite que del 11 al 19 de marzo, lleguen visitantes de lugares de esas entidades y que se van satisfechos por la manera en que se festeja al señor San José en esta población jalisciense.
Desde su arribo por la carretera a este lugar, llama la atención el crecimiento de la mancha urbana, sin embargo hay un deleite extra, sus construcciones estilo Estados Unidos, son prácticamente residencias, que hacen exclamar a quien va en su auto y observa detenidamente…¿cómo, aquí estas casotas?, pero sí, no es el país del norte, estamos en México, en un pueblo llamado San José de La Paz.
Y es que en este lugar son muchos los paisanos que trabajan duro allá en los Estados Unidos y hacen lo posible, para cuando regresen tener una mejor condición de vida. Mientras que los que se quedan acá, también son gente de lucha intensa en el campo y que esos días de fiesta no se detiene.
Aquí nadie se pierde un evento y para quien lo hace, pues al otro día se lamenta, y es que se llevan a cabo eventos sociales, jaripeos, charreadas, peregrinaciones de los barrios de esa población y obviamente constantes misas en honor al santo patrono San José.
La banda de viento toca y toca en la Plaza Principal, casi desde al mediodía se instala frente al quiosco de esa población y de inspiración tienen precisamente el panorama de las montañas que cobijan ese lugar y en el que destaca la imagen de la parroquia de San José de La Paz. La música se prolonga toda la noche, y en ocasiones hasta el otro día, ahí la gente no se cansa y sabe disfrutar de sus fiestas con sabor a pueblo.
La devocion de su gente
El 15 de agosto de 1974 la vicaria de San José de La Paz recibió el nombre parroquia por parte del Obispo Francisco Javier Nuño mandatario de la Diócesis de San Juan de los Lagos.
Pero fue en 1953 cuando el presbítero Arnulfo Alatorre comenzó la edificación de este templo religioso, donde hoy miles de fieles asisten a festejar a su patrono en esa población de Jalisco, donde desde lo alto de los cerros destaca el estilo neoclásico de esta estampa.
Hoy en día, la parroquia está debidamente remodelada y aunque anteriormente daban un gran deleite a sus paredes de cantera blanca, guarda ese sentir de una casa religiosa, donde el silencio inyecta armonía a sus visitantes para hacer más fuerte su devoción al señor San José.
Durante los días de fiesta, son miles los religiosos que visitan esta parroquia, a pedirle por un año más de vida, por mejores condiciones de vida para quienes están fuera de su tierra. Se ven llegar grupos de personas a este lugar, pero también hay quienes lo hacen de manera solitaria, eso para orar por sus seres queridos.
Sin embargo, eso es sólo parte de la devoción de los habitantes de San José de La Paz, ya que a diario hay misas acompañadas por una gran cantidad de personas que se organizan desde sus barrios con una peregrinación, en la que se encargan de exclamar su amor por su tierra, su cariño hacia sus semejantes y el destino: es el atrio de la parroquia de San José, donde algunos de sus eventos, son al aire libre.
Una de las peregrinaciones más agradables es sin duda la del 16 de marzo, justo el día que toca a los de a caballo de la Asociación de Charros El Catrín, que acompañados por una banda de música, se dirigen desde la entrada del pueblo a la parroquia, para darle gracias por otro año de triunfos. Es un evento lleno de colorido, y con gran armonía que disfrutan a las 12 del día sus habitantes.
Y así como estos programas hay muchos por la tarde o noche, pero la fiesta debe continuar y nadie se cansa de caminar las calles ancladas que tiene ese pueblo de Jalisco y que permiten un mayor deleite para sus turistas.
Comercio
Pero en las fiestas también hay quienes deben trabajar y esos son los comerciantes, son pocos los del pueblo, ya que el pretexto justo es, “no vamos a disfrutar los eventos”, por lo que en su mayoría son comerciantes que llegan de otras partes. León, Degollado, La Piedad e Irapuato, son los que llevan sus productos para ofrecerlos a los habitantes del lugar o bien a los que lo visitan.
Cada año son pocos los puestos que se colocan afuera de la parroquia, y de los más interesantes uno de productos de fantasía (pulseras, aretes y toda esa clase prendas) para hacer aún más visible la belleza de la mujer de la región jalisco.
Quienes se encargan de esos espacios, asegura que San José es una buena fuente de recursos cada año y por ello regresan a realizar sus ventas, hay desde una bolsa de jícama, hasta una orden de exquisitos tacos, pero ahí nadie se queda con hambre.
Por ello, la fiesta de San José de La Paz no es única, pero sí una de las más completas que se organizan y que cada año ofrece gran variedad de eventos para quienes gustan de los momentos importantes con la familia.
http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=315399